Ley 12.826: Las acciones privadas de las mujeres que escuchará a continuación, que de ningún modo ofendan al orden ni a la moral pública, están solo reservadas a Dios y exentas de la autoridad. Será reprimido con una multa de hasta mil pesos argentinos o quince días de prisión quién revelare estas acciones sin justa causa.
Justina cocina y tapa sus lágrimas cortando cebolla, mientras intenta hablar con Paola, que desde hace años ya no la escucha.
Pato mira una película de Hitchcock para la facultad. Tali no quiere cocinar. Se hace la hora de la cena y el Vértigo invade la escena cuando las chicas se quedan sin luz.
Paulita inventa en su diario a Sharon, en la cual se refugia para evadir el mundo hostil.
Mercedes necesita hablar con alguien y Marcela es la única que puede escucharla, aunque no tenga mucha opción. Entre mate y mate, el tiempo pasa como pastillas.
Madam toma vino y conversa con Miloú, que más que una compañera padece ser depositaria de su angustia y excitación.
Cristina tiene una vida tan tranquila, que inventa su propia inquietud: bitácora en mano, mira, contempla y toma nota pormenorizada de la vida de su vecina.
Un contestador telefónico suena en una casa vacía y reproduce mensajes solitarios. Del otro lado, Miriam sufre el desinterés de su hermana mientras lidia con eternos trámites de sucesión.
La ciudad es un caos. Marisa intenta huir y la única alternativa que encuentra es cortar de raíz la historia que construyó con Tatiana durante años. Las vías de comunicación siguen las leyes de la jungla de hormigón.
Brutas es un radioteatro en formato podcast engendrado en Argentina en la cuarentena del 2020 -2021.
Es un proyecto que buscar recuperar el teatro a través de lo sonoro en tiempos en los que las pantallas lo ocupan todo.
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